Adolescente de 15 años, víctima de violencia en Marsella.
Por Luis Heredia 07/10/2024
Un adolescente de 15 años fue asesinado en Marsella, Francia, tras recibir 50 puñaladas y ser quemado vivo. Este brutal crimen tuvo lugar en el contexto de una creciente violencia relacionada con las drogas en la región. El fiscal de Marsella, Nicolas Bessone, describió el caso como un ejemplo de “salvajismo sin precedentes”. La violencia en Marsella ha aumentado en los últimos años, afectando a personas cada vez más jóvenes.
El joven fue contratado a través de redes sociales por un reo de 23 años. Su tarea era intimidar a un rival incendiando la puerta de su apartamento, a cambio de 2,000 euros (aproximadamente 2,100 dólares). Sin embargo, al cumplir con la misión, el adolescente fue descubierto por miembros de una banda rival, quienes lo atacaron brutalmente antes de prenderle fuego mientras aún estaba vivo.
Después de este ataque, el mismo reo que lo había contratado reclutó a otro joven de 14 años para vengar su muerte. Le ofreció 50,000 dólares para asesinar a un miembro de la banda rival. Cuando se dirigía a llevar a cabo la misión, el adolescente disparó a un conductor que se había negado a esperarlo, resultando en la muerte de un padre de familia de 36 años. Este hombre no estaba relacionado con el tráfico de drogas y se convirtió en la primera víctima colateral del año.
La fiscalía ha reportado que con estos incidentes, el número total de asesinatos relacionados con las drogas en Marsella ha alcanzado 17 desde enero. Durante el año pasado, el total de víctimas por actos violentos relacionados con drogas fue de 49. Bessone mencionó que hay una pérdida total de referencias entre los jóvenes, lo que los lleva a aceptar ofertas para cometer asesinatos sin reflexionar sobre las consecuencias.
Un aspecto sorprendente de este caso es que el reo, que había encargado el asesinato, fue quien alertó a la policía sobre el joven, permitiendo así su detención. El menor, que había estado en casas de acogida desde los nueve años debido a que sus padres están encarcelados por delitos relacionados con drogas, admitió haber disparado al conductor, pero sostuvo que fue un accidente.
La situación en Marsella continúa siendo alarmante, y las autoridades se enfrentan al reto de abordar la creciente violencia y la influencia de las redes sociales en el reclutamiento de jóvenes para actividades criminales.